No estamos angustiados, ni tristes, ni preocupados. Tampoco sorprendidos. Cuando uno conoce la historia, sabe lo que se viene en el horizonte. Saberlo nos permite anticiparnos, pertrecharnos y abroquelarnos. En definitiva, ocuparnos y tomar cartas en el asunto.
- por: Comisión Directiva de ATUNLa
- Nº 15
- Visto: 147